Sonrisa como alambre de espino

Se me ha vuelto a aparecer, pero esta vez no era un maldito sueño. Es verdad, iba borracho, mas de lo habitual, dos brujas llegadas del norte me ayudaron en mi viaje iniciático, me guiaron a traves de las nieblas del campo de batalla como Valkirias impasibles, perfectas e inmutables. A una de ellas le parecí simpático:
-Tú, el de la cara de tonto, serás mi machaca.- Me dijo, entre divertida y curiosa. Como no podia ser de otro modo yo respondi...
-Claro, buena idea.- Entusiasmado me abandone a su cuidado. Varios dias y noches pasamos a cara perro, entre la niebla, devorandonos, peleando por dominar al otro, con susurros y besos, follando o hablando, discutiendo, siendo el esclavo el uno del otro. Como un Yeti huidizo el conejo blanco se dejo ver un poco, esta vez incluso lo pude fotografiar pero como no, la foto salio borrosa y movida, apenas se distingue. Le grité, corri detras de el y mi pequeña Valkiria de ojos verdes como el campo del violín aprovechó la ocasion. Vi como mi corazon era despedazado en el filo de su sonrisa como si cortara una fruta demasiado madura. Por un instante lo atrape, fui un poco feliz y despues el dolor vino a mi para desaparecer... Se fué dando un portazo y pillandome los cojones por medio. Al final no fui tan tonto, mi corazon ya estaba roto, hace mucho, sólo estaba unido con celo, pero ese era el viejo asi que no me lo podian romper otra vez y se arregla con celo. Tengo un corazón nuevo, uno que nadie ha visto jamás, tan bien escondido que ni tan siquiera yo lo puedo encontrar. Al final es cierto, soy un machaca, y ya no importa demasiado si sufro un poco, me gusta esta sensacion de desazón después de la tormenta, me sienta bien, y me da tema para escribir. Es como un dia de lluvia para mi, es un poco triste pero lo deja todo limpio. Ahora a otra cosa verdad?