Besos de acero a traicion

sábado, 16 de agosto de 2008


Me intento levantar de la cama del tiron, duele estar acostado cuando eres un imbecil, cínico y misántropo de mierda. No se si estoy demasiado empalmado para empezar el dia o que sencillamente toda una juventud de excesos han decidido pasarme factura precisamente en este momento. Como no me puedo levantar con la gracia que esperaba en un primer y optimista momento, ruedo hasta el borde de la cama y me dejo caer. Botellas, ruido de envoltorios, alguien se queja... Alguien se queja? Me arrastro un poco por el suelo, hay cuerpos en la oscuridad que roncan pesadamente, huele a destilería abandonada y hace mucho calor... Joder parece que estoy de vuelta en el ejercito. Una teta... De esto si que no teníamos en el ejercito o yo no me acuerdo. Poco a poco, con cuidado asciendo hasta el pezon, soy el primero en coronar el cerro Teta, altitud 50º etílicos por encima del nivel de lo razonable. Soy el puto pionero en esta primera ascensión y en vez de bandera tengo el rabo como una tabla ondeando al viento de las visiones oníricas destiladas del licor de cafe. Tengo una revelación y suenan las trompetas mientras la olas rompen a mi alrededor, en menos de una semana trasciendo por tercera vez. Mierda, es que no se puede ser tan jodidamente iluminado sin flotar sobre el suelo al andar. Oigo golpes, pero no veo de donde proviene el sonido, alguien quiere hundir mi barquito de la felicidad trascendental. Como quiera que no veo icebergs cerca, sigo mi ruta por el oceano de la autocomplacencia, en direccion al cuarto de baño haciendo escala varias veces por el camino para vomitar o rescatar parte de mi ropa que se haya diseminada por toda la casa. Me siento en el wáter, alguien duerme a mi lado dentro de la bañera, estoy pensando que podria ahogarse, pero es dificil resistir la tentacion... Abro la puerta para franquearme una huida plausible y abro del todo el agua fria de la ducha mientras me lanzo por el pasillo en una alocada carrera que termina en el salón. Alli, la imagen dantesca la derrota de la cordura frente a la locura humana, el fracaso de generaciones de seres humanos que trabajaron y se sacrificaron por su prójimo se alzan ante mi. Veo restos de cristal por doquier, una olla gigante a medio llenar de un liquido turbio en el que flotan restos orgánicos de algo dificil de identificar puesto que el contenido estuvo ardiendo un buen rato la noche anterior, he aqui que veo cuerpos tumbados, desnudos, ebrios de licor y libertad, unos en brazos de otros, y he aqui que vuelvo a vomitar, esta vez dentro de un bolso de mujer que esta en una silla. Oigo alaridos que provienen del baño, un teléfono movil suena ahogadamente en el fondo del bolso, es rianna la que canta sus cancioncillas tontas entre las natillas que acabo de meter en él. Hay un perro pequeño que lame una mancha oscura que hay en un rincon, me pregunto de donde coño ha salido el animal, pero de la mancha no quiero saber nada. Seria horrible en mi inestable estado emocional actual derivado del consumo excesivo de alcohol averiguar que tipo de desagradable fluido esta tirado en mi suelo o porque un perro lo encuentra irresistible. Tocan al timbre, es mi casero, perfecto. Quiere cambiar mi televisor (si ese que se encuentra debajo de una montaña de ropa interior femenina y kleenex usados) entra sin darme ocasion de detenerlo y se queda plantado en el salon con la expresion vacia, contemplando la destruccion y depravacion ante el. Mirando frente a frente al caos. Es algo asi como ver caer un glaciar, parece que es lento al principio, mas nada puede detenerlo una vez se inicia la caida, su expresion se marchita inexorable y lentamente. En ese momento una chica desnuda sale de mi cuarto, se va tambaleando, el la mira, ella me tira los brazos al cuello, se pone de puntillas y me lame la cara como una gata. Sonrie satisfecha y dice que va a buscar naranjas a la nevera y mas vasos, que me espera en el cuarto y pregunta donde meto la vaselina y el mezcal. Se va meneando su culo ante la mirada gris y perdida del anciano. Reconozco esa mirada, ante el pasan años de trabajo y sacrificio hasta una jubilacion que el suponia honrosa, y ahora su mundo se tambalea. Se que desde hoy nada sera lo mismo, y que cada vez que vea mi salon, unos kleenex usados, hasta una vulgar television, lo que vera en realidad sera mi cara de imbécil intentando disimular y lo embargará una sensacion de haber jugado una partida de parchis siendo el unico que seguia las reglas mientras todos hacian trampas y se lo pasaban mucho mejor que el. Cuando se va murmurando entre dientes, yo regreso a mi cuarto. De camino recojo mas naranjas, una caja de kleenex y unos guantes de látex de la cocina, ademas de un vaso grande del contenido de la olla. Regreso a mi mundo, mi cuarto me recibe y cierro la puerta tras de mi.

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