Ni un puto dia perfecto

viernes, 22 de agosto de 2008


Hoy habria sido un dia estupendo, reunimos a Marco con su madre al fin gracias a un detective privado de mirada plácida y mente diabólica, desperté con una erección notable y no tuve problemas para evacuar, a partir de ahi todo empezó a torcerse. Tengo una amiga, una chica buena, preciosa y amable. Quizá hasta me guste, y eso que jamas se ha acostado conmigo, lo que es para mi una novedad (que me guste, lo de que no se acueste quien sabe). Para variar, y como pasa con casi todas estas chicas, estaba casada con un cabron, pero no uno como yo, sino uno de los que no saben decir la verdad, un gato castrado que maulla a la luna nueva y solo se pelea con hembras. Un imbecil que no puede soportar tener al lado a alguien con ideas propias, un debil de espiritu que tiene que someter a alguien mejor que el sólo porque puede y quien sabe, quizá para lograr algún tipo de estímulo sexual. Estoy en la puta montaña y no es la primera vez que me siento impotente ante una situacion semejante, odio estar asi. Ella intenta tranquilizarme pero cada mirada que me dedica lo hace a traves de ojos arrebolados en llanto y promesas vacias, traicionadas mil veces a golpes e insultos. Sorprendentemente aun mantiene la risa fácil y yo se la provoco todo lo que puedo, porque lo merece y porque tiene una bonita voz cuando rie, porque me gusta oirla feliz, porque me sale de los cojones. Ella conserva como un tesoro cada buen momento que vive, porque una persona que ha tocado fondo sabe agradecer cada regalo inesperado de la vida, o eso o se vuelve una cínica irrecuperable. Lo sé, yo he tocado fondo mil veces, cada vez mas abajo y se de lo que hablo. Resbalo un poco pero ya no me preocupo, jamas caigo, y si lo hago no me preocupan los golpes, no llego muy abajo. Salgo al frio de la noche desnudo porque mi arrebato me sorprende asi, doy vueltas hasta que noto mi piel helada y me acurruco en el suelo a llorar de puro odio, llorar para mi ya no tiene secretos, se le coge rapido el truco, pero ya nunca lo hago por mi mismo. Antes de hacerlo siempre me planteo quien me da pena, a quien le dedico esas putas lagrimas saladas de sangre y furia mal contenida, si soy yo quien me doy pena me las ahorro, que ya me arreglo sin ellas. Aprovechad hijos de puta, golpead ahora que yo no estoy, luego las cosas cambiaran, yo me encargo. Por cada lagrima un golpe, por cada golpe una vida que os vais a arrepentir...

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