Hombrecillos grises clonicos

He pasado una tarde con los compañeros del trabajo y algunas de sus novias... Dios sabe que intento ser sociable, que hago lo posible por mantener conversaciones con todo el mundo e interesarme por sus inquietudes. Dios sabe tambien que me resulta imposible. Me hastío con una facilidad increible, supongo que puedo funcionar como uno mas pero a estas alturas de la vida, sencillamente no veo motivo para fingir demasiado. Al final acabo callado, dando vueltas entre los grupos y observando. Antes, no recuerdo muy bien cuando, me importaba que se tuviera buena idea de mi. El tiempo de las cobayas deberia haber terminado ya, en su lugar se han hecho con el poder, nos controlan. Ahora bienvenidos al mundo de debiles que claman por ser protegidos del resto de conejillos de indias, de las inclemencias de la vida, de los sentimientos, de si mismos. Si por casualidad alguien tiene la feliz idea de decir en voz alta lo que piensa, y lo que piensa no es exactamente lo que se espera que diga, tenemos a un loco, un hombre loco y decididamente muy solo que ve como se le echa encima de pronto la gran apisonadora de hombres, pilotada por cobayas enloquecidas y asustadas. La gracia esta precisamente en que esto es uno de los asuntos de los que mas se quejan todos esos pequeños animalitos asustados, en que se pierden valores, en que nada es como antes. En realidad si que las cosas son como antes, solo que nos hemos vuelto mucho mas eficientes en lo mismo de siempre. La fabrica de mierda es infinitamente mas productiva, la maquinaria esta perfectamente afinada y lo unico importante es que los desagües funcionen sin pegas. Es la misma casa de putas de siempre pero a escala global. Al final y por mucho que joda reconocerlo, lo unico que necesitamos es una madriguera para escondernos y alguien con quien follar. La piramide de Maslow se puede ir a la mierda. Quiero creer que haya algo mas, pero cada dia que pasa menos convencido estoy de ello.