Por que correr?

viernes, 28 de noviembre de 2008



Salgo a correr, gofio en el estómago y mariposas en la cabeza. No hace mal dia, un poco de sol asoma tímido y tenemos 4º. Odio esto, pero me hago viejo, y supongo que es mi manera de sentirme fiel a mi mismo, no puedo abandonarme sin mas al paso de los años. Por qué correr? No tiene ningun sentido, te sientes desfallecer, te duelen las articulaciones, te matan los tirones y las agujetas y encima no logras huir del todo de ninguna cosa... No tiene ningun estilo, no es un deporte hermoso y carece de elegancia. Apenas si soy capaz de alcanzar los ocho kilómetros que me he propuesto al salir, y llego con la lengua fuera y el firme propósito de jamás volver a correr en mi vida, así me vaya la vida en ello.
Ahora me encuentro en la balsa en medio del lago, tengo el neopreno medio abierto, y el aire frío corta la piel de mi pecho. Entre las nubes se cuelan rayos de sol que me ciegan ocasionalmente. Giro la cabeza a uno y otro lado. Veo el fantasma de Barbie junto a mi, aun la puedo notar el pasado verano abrazandome con sus brazos y piernas, hablandome cara a cara dentro del agua, casi huelo el aroma de su aliento, y recuerdo el tacto de su piel desnuda. Me duele recordar esto, giro mi cabeza para no verla mas. Al otro lado esta Nancy, su increible suavidad, su culo perfecto y su sonrisa de anuncio de dentífrico. El lugar es el mismo pero cambia la mujer. A ella no le gustaban demasiado los abrazos, y solo se te acercaba para follar. Era un "tómame ahora mismo" o nada. Me levanto perezoso de entre los dos fantasmas de mis terribles musas perdidas, para no despertarlas paso de puntillas entre sus hermosos cuerpos desnudos. Me miro a mi mismo y me doy cuenta de la enorme suerte que tengo siempre con las mujeres. Soy el tio mas feo y desagradable que conozco, con una holgada diferencia, sin embargo siempre estoy rodeado de mujeres espectaculares, como tambien son espectaculares las hostias que por su culpa me doy, es lógico. A mayor gloria, mas sufrimiento.
Llego al borde de la balsa, mantengo el equilibrio, el agua está helada y turbia como sólo puede estar en un lago de montaña. Cierro mi neopreno y miro al frente, la veo a ella paseando por la orilla, se que no me espera a mi en absoluto pero tampoco tengo otro lugar al que dirijirme. No me lo pienso más, cuando me vengo a dar cuenta estoy ya por el aire y acto seguido ya me encuentro bajo el agua. Me dejo deslizar un rato, cuando pierdo velocidad, doy la primera brazada y estoy en la superficie. Nadar es para mi como un amigo cabrón, que te ha jodido mucho pero al que siempre recurres. Avanzo estirandome todo lo que puedo, sintiendo como me deslizo por encima del agua, forzando al agua fria a colarse debajo del traje, es un engorro el neopreno, no me deja sentir lo que me rodea, pero sin el no seria posible meterse al lago hoy. Reconozco las sensaciones, el sonido, el frio, la soledad, las imagenes distorsionadas al frente. Nadar es poesía, nada que ver con el resto de deportes, es la soledad pura, es vivir el presente y no tener nada mas que la proxima bocanada de aire en mente. Como me pasa siempre, me encierro en una situacion paradójica, de la que no puedo escapar por mis propios medios. Este es mi particular bucle de Boyd, en el que me persigo a mi mismo, y donde yo soy mi unico enemigo. Floto entre dos aguas, me hundo lentamente y me parece cojonudo...

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