Ravel y las manos ociosas

lunes, 12 de enero de 2009


Dicen que Ravel escribió su bolero siguiendo el ritmo con el que se masturbaba, lo comprendo perfectamente, yo hubiera hecho lo mismo joder. Aún así se me plantean dos preguntas:
La primera, cómo llegó alguien a enterarse de eso suponiendo que sea cierto? Acaso tenía un biógrafo al lado suyo todo el día con el consiguiente riesgo a salir salpicado?
La segunda pregunta que me hago es, escucho la suficiente música clásica?
Las manos ociosas son el juguete del diablo... El diablo se sienta de copiloto a mi lado en el coche, trastea con mis cd's un rato y pone uno a todo volumen, empezamos mal, suena Airbourne. Es en estas ocasiones que siempre echo de menos no ser uno de esos gilipollas new age que escuchan el canto de la ballenas, el apareamiento de los monos subnormales de borneo y los putos árboles mientras llueve en la selva amazónica. Antes de empezar a entrar en razón, ya voy a 160 por curvas de montaña traicioneras y heladas, el símil con mi propia vida es demasiado evidente, y sonrío. No es una sonrisa agradable, es mi rictus de loco para supervivencia en situaciones incómodas. Lo tengo muy bien ensayado, he tenido ocasiones de sobra para practicar. Como se llama a esa sensación que te asalta cuando entras en una curva demasiado rápido, sientes que el coche se desliza a duras penas sujeto por el vestigio del asfalto que aún toca tus neumáticos, y sabes que eres demasiado idiota para levantar el pie del acelerador, mientras notas una incipiente erección y no te puedes quitar de la cabeza la última mamada que te hicieron? Tiene nombre esa sensación? Debería tenerlo.
Dios ama a los imbéciles, de eso estoy seguro, nos ama. Cuando todo parece perdido irremisiblemente, pone en mi camino un todo terreno negro que va a paso de desfile del día del orgullo gay resbalando en la vaselina y cambia la música que suena por algo de Stevie Wonder, si no me equivoco Higher Ground, la música que puso Dios el séptimo día. Tengo que frenar. Podría adelantar en cualquier momento pero no lo hago, esta es la señal que buscaba hoy, es la manera que tiene el Señor de decirme: "Isra, gilipollas, afloja un poco o te voy a mandar a tomar por culo de una manera tan jodida que van a tener que reconocer tu cadáver por los pelos de los cojones que te saquen del culo..." Soy de naturaleza obediente y temeroso con las señales y revelaciones del mas allá, así que me dejo ir y disfruto del lento paseo de regreso a mi principado.
Acabo de llegar y he buscado en la wikipedia la biografía de Ravel, de donde saco esto:
"Reconocido como maestro de la orquestación y por ser un meticuloso artesano, cultivando la perfección formal sin dejar de ser al mismo tiempo profundamente humano y expresivo, Ravel sobresalió por revelar «los juegos más sutiles de la inteligencia y las efusiones más ocultas del corazón» (Le Robert)." Es cierto, se pajeaba mientras componía, por algún motivo no dejo de reir...

4 comentarios:

isaac dijo...

Gracias, muchísimas gracias. Desde hoy, una de las piezas clásicas que más me gustan desde siempre, tendrá que ser escuchada con oídos distintos.

O acaso debo tomarlo como una lectura de una parte de mi subconsciente? De todas maneras, me gusta que hagas caso de las señales que te son reveladas

Israel Mann dijo...

Entiendo que saber humanos a los grandes compositores los hace más cercanos. Siempre me revelé contra la idea de que ciertas cosas son sólo patrimonio de una élite intelectual. Busco desesperadamente referencias equivalentes a mi obra favorita, espero hallarlas, necesito algo a la altura para que siga estando en mi panteón particular...

isaac dijo...

Y se puede saber cuál es?

Israel Mann dijo...

La danza de los sables de Katchadurian, tenias que haberlo supuesto...